Desde pequeño ya se interesaba por las presentaciones en público y por el desarrollo de destrezas, experimentando equilibrios, saltos, trucos. No necesitaba muchos juguetes, transformaba cualquier cosa en una posibilidad nueva, sorprendente.
Así, el espíritu inquieto de aquel niño fue madurando y el joven de hoy apasionado por su profesión, con creatividad y perseverancia sigue ensayando nuevos efectos y gestos atrapantes.
¿Arte de magia?
No. Fruto de esfuerzo, constancia, vocación y una natural simpatía que atrapa.
Así, el espíritu inquieto de aquel niño fue madurando y el joven de hoy apasionado por su profesión, con creatividad y perseverancia sigue ensayando nuevos efectos y gestos atrapantes.
¿Arte de magia?
No. Fruto de esfuerzo, constancia, vocación y una natural simpatía que atrapa.